España se proclama Campeona de Europa 2012 (Getty Images)
Lo consiguieron. Esos locos bajitos que llegaron hace cuatro años de la mano de Luis Aragonés con la intención de cambiar el rumbo del fútbol, lo han logrado y a lo grande. Dos Eurpeos, un Mundial, la Triple Corona… Todos los títulos que queráis, oficiales o no. Pero yo voy más allá. Yo sigo los pasos del mejor ejemplo para los chavales: Andrés Iniesta. Tras darle el MVP del torneo y preguntarle si sueña con el Balón de Oro, el futbolista vuelve a vestirse de persona y, con su tranquilidad habitual dice: “Yo no juego al fútbol para ganar Balones de Oro, sino para divertirme”. Aprende CR7.
Como siempre, el equipo fue de menos a más pero fiel a su estilo. Como los Campeones. Las bajas de Villa y Puyol se han notado, claro que sí. La Selección no ha tenido la fluidez de otros campeonatos. Villa no sólo es bueno a la hora de marcar los goles, sino de la movilidad que aporta al equipo. Abre espacios y mueve defensas que permiten a los mediocentros lucirse más. Y Puyol, su ausencia, ha evitado ver a Ramos de lateral y, por consiguiente, perder profundida en banda derecha. Si bien su dupla con Piqué ha sido de lo mejor (sólo un gol), perdemos profundidad por la derecha. Arbeloa cumple atrás, pero no le pidamos subir y doblar por banda.
Posiblemente, estás dos ausencias son las causantes de jugar sin delantero. Sin el Guaje y sólo con un lateral que sube al ataque, es absurdo, para mí, poner un nueve. Sería regalar al rival la superioridad numérica. Además, seamos sinceros, Llorente llega fundido, a Negredo le falta experiencia y Torres se lo han cargado en el Chelsea. De los que no han venido no hablo porque si no superan a éstos tres es que no merecían estar.
Vista la polémica del ‘nueve’, el resto del grupo juega de memoria. Se entienden a la perfección y, por lo tanto, mejor colocar piezas de complemento en lugar de cambiarlas. En el 2008 ganamos con el cartel de ‘sorpresa’. El mundial fue la confirmación de una nueva forma de jugar al fútbol y, ahora, tocaba hacer historia. Había que aprovechar esta piña para lograrlo. Eran los rivales los que tenían que ‘romper’ el bloque, nosotros tenemos ya un prototipo que, como todo tendrá caducidad, pero hasta la fecha no lo han conseguido vencer.
España ha hecho el mejor partido cuando y donde hay que hacerlo, en la final. Para llegar a ello ha tirado de oficio, tranquilidad y suerte. El oficio que da ser un grupo de personas acostumbradas a las grandes citas futbolísticas. Tranquilidad, la transmitida todo el campeonato porque eran los campeones del mundo. Y suerte. Sí, no hay que descartar nunca a la diosa fortuna. Y no es peyorativo decirlo. ¿Acaso no tuvo suerte la Brasil de Romario en USA en los penaltis?¿O la Francia de Zidane del 2000 cuando Raúl tiró fuera otro penalti?¿O la Dinamarca del 92?¿O es que Grecia en el 2004 no tuvo suerte? Pero que nadie diga que hemos ganados gracias a ella porque miente o porque no quiere ver ganar a España.
Se oyen quejas de que el juego aburre, que el sistema falla, que ya son mayores… Como dijo Sancho a nuestro Quijote: “Ladran, luego cabalgamos”. Si vienen de fuera esas críticas es que estamos en el buen camino, si vienen de dentro es porque hay gente que siguen viendo a la Selección con la bufanda de su equipo habitual puesta.
Me llamaban loco cuando quería a Italia en la final. Ya os digo yo que a Alemania no le ganamos otra final y mucho menos por 4-0. Ah! A todos lo que se estiraban de los pelos cuando ganamos a Croacia y permitimos pasar a los italianos, y que durante tres días han estado con la cantinela de que debimos empatar y echarlos fuera, me remito a otra figura novelística española. En esta ocasión del capitán Alatriste cuando las tropas enemigas le dieron opción de rendirse: “Dígale a su capitán que agradecemos sus palabras. Pero somos un tercio español”.
Lo dicho, han hecho historia, que era a lo que venían. En unos años nadie hablará de si esta Eurocopa se gano con más o menos mérito que los anteriores títulos. Sois muy grandes, bajitos!
Jorge Almela Muñoz
Al fútbol con Lacasitos 